Primero, con la versión del paciente, se identifica la raíz o causa del problema que se pretende resolver.
Se pregunta por su historia familiar, hábitos dietéticos, eventos traumáticos como caídas o accidentes, y otros tratamientos que el paciente pueda o pudo haber recibido (quiroprácticos, osteopáticos, médicos, etc.).
También se considera el tipo de trabajo y una serie de preguntas, cada una diseñada para ayudar a determinar la naturaleza del padecimiento o enfermedad.
Además de la consulta e historia clínica, y dependiendo de la edad, se solicitan según el caso exámenes de laboratorio para determinar la osteoporosis y otros estudios radiográficos.
Estos últimos se realizan a juicio clínico del quiropráctico, además de un detallado examen espinal que sirve para analizar y descubrir cualquier desbalance estructural que pueda afectar la condición de salud que actualmente aqueja al paciente.
Usted no puede ver ninguna conexión con lo que le sucedió años atrás: un accidente durante la infancia, una caída de un árbol, un golpe fuerte al sentarse, o algún otro incidente no recordado, que ahora ha producido daños y disminución del flujo eléctrico del nervio, provocando la disfunción presente.
Todos estos factores serán significativos para su quiropráctico cuando levante su perfil de salud total.
En muchos casos, las radiografías espinales pueden ser necesarias.
Estas pueden ser determinantes para diseñar el plan, el nivel y la intensidad del ajuste, siendo completadas con un examen físico completo.
La radiografía es una herramienta única donde pueden verse los desajustes específicos de su espina dorsal.
Se han escrito muchos artículos advirtiendo del riesgo por la sobreexposición a los rayos X en las radiografías.
Estos estudios son útiles para alertar al público en general y hacerlos conscientes de los riesgos potenciales de la radiación.
Sin embargo, la información no debe interpretarse equivocadamente ni interferir con el deseo de utilizar tales procedimientos de diagnóstico tan útiles y necesarios para tratar los problemas de salud.
Esto es cierto, pueden llegar a causar daños, pero deben usarse con cautela y buen juicio. En la actualidad, existen muchos dispositivos de filtración de rayos X especiales que protegen significativamente al paciente de la sobreexposición a la radiación.
Su quiropráctico es extremadamente consciente de esto. Sin embargo, si se le indica una radiografía, tenga la seguridad de que estos estudios se consideran indispensables para determinar el alcance y los posibles daños en su columna.
Esto es verdad, pueden llegar a causar daños, pero deben usarse tales procedimientos radiográficos con cautela y con un buen juicio.
En la actualidad, existen muchos medios o dispositivos de filtración de rayos X especiales que protegen significativamente al paciente de la sobreexposición a la radiación.
Su quiropráctico es extremadamente consciente al respecto, pero si se le ordena la radiografía, tenga usted por seguro que estos estudios se consideran indispensables para poder determinar el alcance y los daños potenciales en su columna.
Las radiografías espinales, cuando son estudiadas por su quiropráctico, asumen un gran significado.
Con estas placas, se puede llegar a observar una serie de anomalías que pueden, en su momento, ser críticas para su tratamiento, como poder ver si existe degeneración ósea, alguna fractura o si una o más vértebras están desalineadas estructuralmente (posibles orígenes de la patología/enfermedad).
Cuando las radiografías se evalúan bajo este punto de vista, lo que se busca es ver si su sistema estructural (la espina) puede tener debilidades que puedan degenerar en una mala alineación (subluxación) de la espina.
Examinar una radiografía le proporciona a su quiropráctico una impresión en “negativo” de su espina dorsal.
Esta "impresión" ayuda a determinar las áreas específicas con debilidades estructurales y permite determinar el tipo de ajuste (manipulación) más apropiado y que pueda aplicarse con la mayor seguridad posible para el paciente, ayudando a resolver sus problemas.
Su examen espinal (manual) permite analizar su columna para localizar otros problemas gracias a la habilidad y experiencia de su quiropráctico.
Esto permite determinar, en base a la edad, la condición física, la antigüedad del problema o la lesión del paciente, si es estrictamente indispensable la toma de rayos X.
Estas impresiones pueden ayudar grandemente en la identificación de las causas de su condición.
Estas tomas pueden ser básicas para la iniciación del tratamiento más apropiado, sobre todo en los casos en que se presumen fracturas o degeneración osteopática, como la osteoporosis.
Por estadística, la osteoporosis se inicia con valores promedio: en la mujer a los 45 años y en el hombre a los 55 años de edad.
Estos valores dependen de muchos factores, como el ejercicio rutinario o el tipo de medicamentos ingeridos, como la cortisona, que tiende a acelerar el proceso degenerativo.